Entrevista con Carlos Eduardo Correa, Alcalde de Montería (Colombia) y nominado a Mejor Alcalde del Mundo 2014
Por Susana Samaniego.
Hace un año Carlos Eduardo Correa recibió de parte de la organización, con sede en Londres, City Mayors, la nominación para “Mejor Alcalde del Mundo 2014”, volviendo a ser nominado meses después, en noviembre, para la terna de 2015. Y es que este joven Alcalde (1973) de la ciudad de Montería, capital del departamento de Córdoba, ya ostentaba además el reconocimiento como Mejor Alcalde de Colombia en el 2013.
Sobraban los motivos para conocerle y para saber algo más de su ciudad, ¿cómo es Montería?, ¿qué ha ocurrido en los últimos años en esta ciudad de casi 500 mil habitantes para que su líder local sea merecedor de tantos reconocimientos?.
Durante el encuentro, llevado a cabo el pasado mes de marzo en Barcelona, conocimos a un político joven, de trato amable, que trasmite simpatía y calidez mientras nos brinda su relato de la ciudad que ha transformado desde su llegada a la Alcaldía en el 2012 y en la que ha priorizado la dimensión social por encima de la mera intervención urbanística.
Montería es ahora, según la descripción que nos brinda, una ciudad donde van de la mano: el incremento de la calidad de vida, el acceso a los servicios e infraestructuras, la promoción económica, la cultura y la práctica deportiva, y que tiene como eje gravitante un gran activo natural, el río Sinú.
“Devolverle el río a la ciudad y la ciudad a la gente”
A continuación, compartimos la entrevista realizada:
¿Cómo es Montería para quien no la conoce?
Es una ciudad que esta al nor-occidente de Colombia, en la Región Caribe, no tiene mar, pero podemos acceder a él en 45 minutos, hacia la costa caribeña en Coveñas. Tiene un río hermosísimo, el río Sinú, que divide a la ciudad en dos, en la margen izquierda y la margen derecha.
Es una ciudad con alrededor de 500 mil habitantes, tiene un territorio muy grande con 320 mil hectáreas, de las cuales solo 1.3% es urbano, el resto es todo campo. Eso hace que tengamos una dispersión geográfica muy grande, se hace difícil el acceso, sobre todo para los servicios públicos.
La ciudad viene creciendo demográficamente a un ritmo enorme, en los próximos 15 años esperamos tener el doble de la población que tenemos actualmente…
¿Por procesos de migración rural?
Hay 3 aspectos, el primero es que Montería se ha convertido en una capital regional, es la zona donde hoy están ubicadas las mejores universidades, hospitales, centros comerciales, aeropuerto… Esto la ha convertido prácticamente en la capital del departamento colindante que es Sucre. Estimamos que a 1 hora a la redonda existen casi 1 millón 200 mil habitantes de los municipios aledaños cuyo flujo llega diariamente a Montería.
Es la gente que ha llegado a vivir por negocios, por oportunidades, por servicios, por el sector educación que atrae a mucha gente ya que tenemos casi 38 universidades, entre técnicas tecnológicas y profesionales.
El segundo aspecto es el crecimiento demográfico, la tasa es muy alta. Montería y Valledupar son las ciudades que más crecen demográficamente en natalidad con una tasa de 2,5% anual. Solamente a ese ritmo esperamos tener prácticamente doblada la población urbana en el año 2030.
El tercer aspecto es el de las migraciones o desplazamientos, ya que Montería se ha convertido en una capital receptora de desplazados que tras enfrentar la época de violencia en el campo, se han ido hacia la ciudad. Y eso no es bueno, porque impacta durísimo en los indicadores, por ejemplo, de saneamiento básico.
En la medida en que seguimos trabajando por brindar mejores servicios de agua, de alcantarillado, de salud, pues esta llegando más y más gente, porque aquí tienen casa, servicios…
¿Cómo enfrentar ese impacto?
Montería en los últimos 15 años ha recibido 110 mil víctimas, le decimos víctimas a todas las familias que han llegado por algún motivo de violencia en el campo y no solamente desde nuestra región sino también desde toda Colombia. Hemos venido trabajando en los déficits que esto ocasiona, sobre todo estos últimos años, ya que por ejemplo, Montería en los últimos 15 años había construido sólo 800 viviendas de interés social, eso quiere decir que el déficit venía creciendo y creciendo.
A partir de nuestra gestión Montería ha sido la ciudad que más viviendas tuvo en los programas del gobierno nacional, rehabilitamos suelo, pusimos servicios, entregamos 5,500 nuevas viviendas y ya vienen 1,500 viviendas más. Hablamos de alrededor de 7,000 viviendas que en su mayoría, el 40%, fue para este tipo de población, desplazados víctimas de la violencia.
Pero no podemos seguir regalando porque nos va a seguir llegando la gente y eso prácticamente se vuelve insostenible. En el 2012 Montería apenas tenía el 50% de alcantarillado sanitario y el resto de la ciudad sin pavimento, ya que no se puede pavimentar sin alcantarillado, no puedes poner pavimento y luego romper otra vez para poner las tuberías… Esta fue una de mis promesas de campaña: salir de la deuda histórica que teníamos con esos servicios básicos. Hoy ya hemos llegado a cubrir el 86% y ya esta contratado y en obras el 100% de la red de alcantarillado.
¿Cuáles han sido las líneas de trabajo durante su gestión?
Hemos trabajado en varios frentes de la ciudad:
Primero, resolver la necesidad importante de saneamiento básico, que es agua potable y que ya tenemos al 100%, así como el alcantarillado sanitario que ya esta en obras al 100%.
Segundo, el déficit de vivienda, que ya lo hemos disminuido. Teníamos un déficit de 35 mil viviendas y ya llevamos construidas 7 mil viviendas en 3 años.
Tercero, la reubicación de la gente desplazada que fue llegando a la ciudad, situándose en las orillas de los ríos, en las zonas de alto riesgo, en las zonas vulnerables. Como no tenían casas, construían cambuches tipo favela, invasiones… Y hay familias que llegaron hace 20 ó 15 años y que ya prácticamente se han consolidado en barrios subnormales (barrios precarios). Hay algunos que han mejorado sus condiciones y han comprado una casita, pero a lo largo de 20 años han ido construyendo siempre bajo la precariedad y nunca fueron legalizados.
Cuando llegué en el 2012 nos encontramos con que el 16% de los predios de la ciudad no tenían títulos, no tenían escritura, y una familia que no tiene escritura, aunque tenga su casa, va a un banco y no le prestan dinero, no tiene derecho a subsidios del gobierno para el mejoramiento de viviendas. Entonces, nos pusimos en la tarea de hacer casas nuevas, de mejorar casas que estaban en condiciones muy precarias y de titular viviendas. A lo largo ya de estos 3 años llevamos casi 5 mil viviendas tituladas, de unas 15 mil que se necesitaban titular. Hemos ido formalizando la ciudad, legalizando la ciudad, eso es lo que esta incrementando la recaudación del impuesto predial. En el año 2012 apenas recaudábamos un 30%.
¿Y actualmente?
Un 62%. No es fácil, es un proceso. Yo espero que esto sea sostenible en el tiempo, en la medida que la gente ve obras y en la medida que hay una gestión de cobros.
¿Cómo es la estructura fiscal en los municipios?
El presupuesto de Montería por ejemplo este año es de 525 mil millones de pesos, eso es aproximadamente unos 250 millones de dólares. De ese total, el 25% es de recaudo propio, el resto viene del gobierno nacional o de fuentes que no son del sistema general de participación, ósea no son directas, pero sí hay fondos como las regalías a los cuales uno tiene acceso. Entonces mas o menos un 25% es de recursos propios.
En consecuencia, el incremento de la recaudación tuvo un impacto significativo en la capacidad de gestión del municipio
Muchísimo, sobre todo porque antes no había dinero para hacer obras, mucho del dinero que viene del gobierno nacional, viene con destinaciones específicas. Te llega la plata de educación y te dicen: esto es para mejoramiento de escuelas. Pero la ciudad tiene tantas necesidades, que si no tiene la capacidad de generar recursos propios, de vender, de conseguir, no va a poder salir nunca de los déficits tan grandes que tiene.
Actualmente, con la plataforma de Ciudades Sostenibles, junto Findeter y el BID, estamos construyendo nuestro Plan de Desarrollo a 20 años, se llama “Montería 2032”, y lo que busca es que la ciudad sea viable financieramente, fiscalmente, ambientalmente, urbanísticamente y socialmente.
Bajo esas premisas hemos ido construyendo un plan de desarrollo que se ha centrado en un elemento que es “el río”, un elemento que en Montería se había olvidado por completo desde el año 1930. En el río Sinú se desarrolló todo el comercio, la vida de la ciudad, pero poco a poco, a medida que se fueron creando carreteras, aeropuertos… la ciudad le dio la espalda al río, se invadió el espacio público, creció la informalidad.
Hoy nuestra premisa es “devolverle el río a la ciudad y la ciudad a la gente”. El espacio público es para la gente, eso es inclusión social. Que los pobres tengan acceso a espacios públicos de calidad.
Para recuperar las riberas del río tuvimos que reconstruir viviendas, porque sino ¿dónde metíamos a las personas que habitaban la ribera del río?, se desarrolló un programa articulado de construcción de viviendas, de reubicación de la gente…
Este proceso de reubicación ¿cómo se desarrolló? ¿fue conflictivo?
Ha sido muy duro, pero la gente no ha visto lo que históricamente se veía cuando ibas a reubicar a una persona, habían incendios, y todo tipo de cosas: huelgas, manifestaciones… La ley es muy estricta y lo que te dice es: si usted va a desalojar a una persona, tiene que darle una casa; o si tiene un negocio, tiene que darle la opción de que se vaya a otro lado… pero, no es que no lo puedas tocar.
Desde el año 2012, precisamente hicimos un esfuerzo enorme para tener las viviendas listas. Durante nuestro segundo y tercer año fuimos focalizado los puntos críticos que queríamos solucionar, por ejemplo, en las riberas del río, ahí teníamos alrededor de una 1,000 viviendas, en cuyo espacio ya teníamos los diseños de los parques lineales y de todo lo que íbamos a recuperar como espacio público. Entonces, en la medida que estuvieron listas las nuevas viviendas, reubicamos a las familias y comenzamos las obras inmediatamente en la recuperación y construcción de los parques lineales. No hemos tenido problemas, en su gran mayoría, ya casi un 70% esta reubicada.
Lo más difícil ha sido la reubicación de los ocupantes del espacio público, es decir, del comercio informal, de vendedores estacionarios que llegan diariamente y venden pescado, frutas. Para ellos también iniciamos la construcción de una plaza de mercados satélites y plazas de mercados minoristas.
Estamos aún en el proceso de construcción de la plaza más grande. Me quedan 450 vendedores y ya estamos haciendo una renovación y recuperación de lo que es el centro histórico de la ciudad. Estamos trabajando con ellos, socializando constantemente para que cuando vayan pues entren ahí en otras condiciones.
¿Y qué tipo de acciones se tienen que llevar a cabo para que cambie el comportamiento del ciudadano con respecto a su río?
Lo más difícil al iniciar este proceso fue precisamente eso. Cuáles eran esas acciones de acupuntura urbana que debíamos hacer para que comenzara la gente a pensar diferente. Entonces desarrollamos varias acciones:
Primero, ¿Qué queríamos del río?. Queríamos que en un momento fuese navegable, que la gente lo usara, que practicaran jet sky en una lancha, que hicieran deporte, que hicieran ecoturismo alrededor del río…. Entonces lo que necesitábamos era un sitio donde pudieran llegar esas embarcaciones.
El primer año diseñamos y construimos el 1er muelle náutico fluvial. El 1ro en Colombia. Donde ya operan cafés, restaurantes, puede llegar la gente, las embarcaciones comerciales y de transporte liviano.
Segundo, comenzamos a construir detonantes que han ido mostrando el río de una forma diferente. Toda la gente que va a Montería en este momento se moja obligadamente en el río.
En el 2013, trajimos a Toom Pak, unos músicos percusionistas que arman sus instrumentos con productos reciclados y con ellos hicimos, en una plataforma, el 1er concierto en medio del río Sinú. Con toda la gente alrededor, con productos reciclados, enviando mensajes de sostenibilidad ambiental, de limpieza, de cuidado del río. Buscábamos que muchísima gente estuviera alrededor del río, mirando hacia el río un evento.
Fue muy bonito, porque cuando pasó el evento, la gente y las redes sociales se desbordaron diciéndome que el río estaba sucio… (risas)
¿Recién miraban el río?
Decían que el río estaba sucio, que habían ramas, que había suciedad. Y yo dije, bueno, primer gran resultado, nos dimos cuenta que el río estaba sucio y que estaba ahí.
Eso comenzó a darle una dinámica diferente a la gente. Ya la gente empezó a criticar y también a generar ideas.
Comenzamos a recuperar los planchones en el río, que de un lado a otro tiene aproximadamente unos 400 metros en su punto más ancho. En un lado esta el 25% de la población y en el otro el 75%, y del lado del 25% esta la población más pobre.
No había servicios de ningún tipo. Entonces la gente cruzaba el río diariamente en unos planchones, pagando 400 pesos de ida y venida. No había acceso de un lado a otro, sino solamente con los planchones y dos puentes vehiculares que están a 2 km.
Ahora vamos a hacer las primeras pasarelas peatonales y eso impacta directamente en la economía de toda esa gente. Entonces hemos iniciado un trabajo cultural ciento por ciento: les pusimos energía solar a los planchones, aunque ellos se mueven con energía hidráulica, con el río, de un lado a otro, les pusimos paneles solares para que trabajaran hasta la noche, y así comenzar a convertirlos en restaurantes, en museos… Todo eso ha ido llevando la mirada hacia el río.
El año pasado por ejemplo se hizo el lanzamiento de la gira de Juanes en el río Sinú. Allí hicimos una plataforma gigantesca flotante, donde habían alrededor de 20 mil personas alrededor del río, viendo el concierto en la mitad del agua.
Yo creo que la gente necesitaba una disrupción, que la movieran y la estremecieran para que se dieran cuenta de la ciudad que tenían, y hemos logrando precisamente eso, actividades en las rondas, en los parques del río, festivales náuticos. Cambiamos todas las fiestas de la ciudad el primer año, y les pusimos las “Fiestas del Río Sinú”.
Se pasó de una ciudad de espaldas al río completamente, a hoy, una ciudad, de cara al río, que es lo queremos: devolverle el río a la ciudad, y la ciudad a la gente, a través de la recuperación del espacio público.
He leído que en Montería tienen un equipo profesional de beisbol
La costa caribe es muy beisbolera, y teníamos un equipo que jamás había ganado. En el 2012 acogimos los Juegos Nacionales en varias disciplinas: beisbol, fútbol, tiro… y se construyeron escenarios deportivos. No teníamos equipo de fútbol profesional y el de beisbol nunca había ganado el campeonato profesional, entonces en el 2012 comenzamos a hacer un trabajo tras los Juegos Nacionales, de fortalecimiento de las escuelas deportivas y del deporte. Leones, el equipo de beisbol local, ganó por 1ra vez el año pasado el torneo nacional y representó a Colombia en Panamá, donde ganó.
El año pasado fuimos la sede del 2do torneo de la serie latinoamericana de beisbol y eso nos ha ido llevando a tener grandes eventos deportivos en la ciudad. Esto definitivamente le ha dado una dinámica a la gente nuevamente, de querer a su ciudad. Hoy sentimos que el ciudadano esta pensando diferente.
¿Deporte como eje de desarrollo urbano?
Es un eje de desarrollo urbano importantísimo, y por eso le estamos apostando. En el año 2013 llevamos, con empresarios privados y con la gobernación, a un equipo de futbol profesional de la B, ósea de la 2da categoría, y ese equipo en apenas año y medio, ya esta en la liga profesional. Eso no lo ha hecho un equipo nunca en la historia, pasar en 1 año y medio a la A. De hecho le ganamos al Atlético Pasto hace poquito.
Además hay un impacto en el conocimiento de la ciudad. Semanalmente están nuestros equipos Jaguares y de Montería hablando en todos los medios nacionales internacionales, 2 ó 3 veces por semana. Hoy llegan equipos de todo Colombia y viene gente y conocen la ciudad y ven el tipo de ciudad que es .
Mueve la economía en ocupación hotelera, en transporte, en la economía del souvenir, de la gastronomía, y además saca partido a algo muy importante para mi que es el trasfondo social. Hoy, un niño de Montería tiene la ilusión y la posibilidad de ser un jugador de fútbol profesional, porque ya hay un equipo en la ciudad y tiene sus filas de las sub20, sub15. Ya vienen escuelas de formación…
En la medida que hay deporte, hay disciplina, y cuando hay disciplina, empiezas a pegarle a los indicadores sociales fuertemente. Entonces, el deporte nos esta ayudando muchísimo como eje de desarrollo de la ciudad.
Hablemos de la nominación hecha por City Mayors… ¿Cuál es el secreto para ser considerado como uno de los mejores alcaldes del mundo?
Creo que todos nosotros, los alcaldes, tenemos una gran responsabilidad con nuestra gente, debemos tener claridad sobre qué quiere la ciudad, hacia dónde debe ir, no perder el norte. Debemos tener un plan de desarrollo para ese cuatrenio muy claro e involucrar a la ciudad en el desarrollo.
Hoy siento que la construcción de ciudad que estamos haciendo no es una conquista del alcalde, es una conquista de la ciudadanía que ha confiado, que ha creído y que hoy va hacia delante.
Entonces más que ser el mejor alcalde, se trata de que todos hacemos el trabajo que nos toca hacer y simplemente es un voto de confianza que uno esta midiendo diariamente. Si mi gente confía en lo que yo estoy haciendo y en lo que les estoy dando, entonces la ciudadanía de Montería estará tranquila con el desarrollo de la ciudad.
¿Cómo se articula con la ciudadanía?
Nosotros tenemos diferentes estructuras, a nivel de política local, que son los presidentes de las juntas de acción comunal de los barrios, los ediles… Bajo esa estructura trabajamos muchísimo, nos reunimos mucho con ellos, mi equipo de secretarios tiene la obligación diaria de estar de cara a la comunidad, en medios de comunicación, caminando en los barrios, socializando, particularmente yo me reúno mucho con ellos, por lo que creamos el comité intergremial. Me reúno con todos los gremios viendo toda la problemática, socializo todas las acciones que vamos a hacer en los diferentes frentes.
Tenemos un programa que se llama “De barrio en barrio” donde voy semanalmente a diferentes barrios de la ciudad con todo mi equipo a caminar el barrio, a escuchar las necesidades y a llevar soluciones.
Con el sector de la academia estamos articulados, hemos logrado que la triada sector público, privado y la academia se vaya consolidando. Han ido engranándose poco a poco, creo que se debe a la confianza y a los resultados que se han comenzado a ver en el corto plazo y de esa forma hemos logrado llegar a todas las instancias de la ciudad.
* Entrevista realizada en Barcelona el 1 de marzo del 2015.
